El cristal necesita ser activado y programado para empezar a trabajar. Sostén el cristal en tus manos, imagina que una luz le rodea o pon tus manos en una fuente de luz y, después formula tu intención para esa piedra. Sé específico en cuanto y como quieres usarla porque la intención enfocada es parte del proceso. Cuando estés totalmente sintonizado, di en voz alta: "Programo este cristal para... (declara el propósito) " Después ponte el cristal sobre el cuerpo donde sea apropiado, colócalo en un lugar donde lo veas con frecuencia o guárdatelo en el bolsillo para recodar tu propósito.
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